Artículo Por: Departamento de prensa PCP

“Mover de ciudad una empresa es como mover un árbol grande. Se debe tener un especial cuidado con las raíces donde están los cimientos, transportarlo con cuidado, sembrar en tierra fértil, proveer con mucha agua y abonar para que siga su vida en otra tierra”, con estas palabras describe Luis Arango, CEO de PCP, Partes y Complementos Plásticos, el traslado que hizo de la empresa desde Bogotá hasta Pereira en medio de una pandemia mundial. Y es que nadie se imagina todo lo que hay que tener en cuenta cuando una empresa decide cambiar el lugar de su sede.

Junio 2021. Mover una empresa, que tiene una compleja planta de producción en la cual trabajan más de 350 personas, implica tomar muchas y variadas decisiones que afectan toda la cadena de operación, desde la historia particular de cada empleado que cambia su lugar de residencia, hasta decisiones macros como cuál es la mejor región para migrar.

Este fue el reto que asumió PCP, una empresa colombiana que tiene como misión que todos sus clientes (instaladores hidráulicos, maestros de obras, ferreteros o usuarios finales) puedan dormir tranquilos porque cuentan con una solución con futuro. Esta solución está representada en las válvulas y accesorios para el control de agua que PCP fabrica y comercializa y que ayudan, precisamente, a evitar las fugas de agua.

Mover su operación de Bogotá a Pereira ha implicado más de tres años de trabajo, desde la planeación hasta la instalación y puesta en funcionamiento de su nueva sede.

El paso a paso del movimiento empezó, como dice Arango, por “proteger las raíces”. Para los directivos de PCP las personas son uno de los pilares fundamentales de la empresa, por lo cual al hacer la planeación del traslado se revisó al detalle cada una de las historias de sus trabajadores (más de 350 personas). A todos los colaboradores, desde trabajadores de planta hasta administrativos interesados en el cambio, se les ofreció un acompañamiento antes de decidir su viaje en el que tuvieron sesiones de grupo que buscaban guiar la decisión de mudarse, entrevistas personalizadas con un coach que explicaba el cambio a todos los niveles y un viaje guiado para tener la experiencia en vivo de la ciudad. Igualmente, la empresa corrió con los gastos relacionados de tiquetes y trasteos.

“Esta fue una decisión que queríamos que tomaran nuestros colaboradores pensando en sus proyectos de vida”, explica su CEO. “Entonces les propusimos que si ya disfrutaban trabajar en PCP, estaban de acuerdo con su remuneración actual y creían que el traslado de ciudad iba a mejorar su calidad de vida, estaban más que bienvenidos”, concluyó Arango.

Mover el gran tronco… El siguiente paso tuvo que ver con mover la maquinaria y equipos que estaban en 4 plantas que sumaban cerca de 4000 mt2 y llevarlos hasta la zona de Cerritos en Pereira, a la nueva planta de casi 9000 mt2 que se construyó en el tiempo record de 7 meses. Este cambio implicó decidir si se hacía de forma mt2gradual o parando la totalidad de la producción por un tiempo, coordinar la disminución de envíos a los clientes, y asumir lo que esto representa en términos logísticos y de costos.

Actualmente la planta sigue en un periodo de acoplamiento al nuevo ambiente, están en ese periodo de adaptación a “la nueva tierra”, sin embargo, ya ha influido positivamente en el mejoramiento de las áreas de empaque y embalaje, lo que ha hecho que a su vez se puedan fortalecer los controles de calidad y procesos internos. Además ha sido la oportunidad ideal para hacer nuevas inversiones en maquinaria.

Regar y abonar el árbolPCP considera que cuidar el agua del planeta es cuidar a la humanidad misma y es uno de los valores fundamentales de la empresa: “Sabemos que cada gota cuenta porque todos somos agua y sin ella no hay futuro posible para la humanidad”, dice Arango. Por eso su nueva sede fue construida con todas las consideraciones medio ambientales. Cuenta con una superficie de cubiertas de 5.000 mt2 que se encargan de recoger casi 700.000 litros de agua que posteriormente son reutilizados en sanitarios, riego de plantas, lavado de fachadas y la red contra incendios. Por otro lado, aunque la operación misma no genera la salida de aguas residuales, se construyó una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) que parece más un gran jardín, y se están instalando alrededor de 750 kilovatios de energía solar (paneles solares), con lo cual buscan disminuir el uso de energía eléctrica en la planta.

Esperar que crezca en la nueva tierraLa decisión de instalar la planta en Pereira se dio por la ubicación estratégica y la cultura misma de la región. “Tenemos una vocación exportadora que nos mueve día a día”, explica Luis Arango, “así que teníamos que tomar una decisión que contemplara todas las posibles vías. Escogimos Pereira porque cuenta con una ubicación geográfica estratégica dentro del territorio Colombiano, dado que es equidistante de las principales ciudades del país, al tiempo que, gracias a la cercanía con el puerto de Buenaventura, nos permite afianzar nuestra relación de exportación con mercados internacionales como México y Perú, donde gozamos de un alto nivel de reconocimiento como una marca de productos honestos. Y por último, encontramos en Pereira y su gente diferentes ventajas culturales, vemos una población muy diversa dispuesta a salir adelante”, finalizó.

Pereira va camino a convertirse muy pronto en un centro industrial y logístico importante para el país, por lo cual con esta decisión PCP busca apoyar el desarrollo y crecimiento de esta región aportando con nuevas oportunidades laborales para su población.

El gran árbol llamado PCP está ahora en las tierras de Pereira, desde donde sus directivos esperan aportar positivamente al crecimiento de la región y seguir trabajando por el futuro, de no solo la calidad y confiabilidad de los productos honestos que fabrica, sino también el futuro de nuestro planeta al evitar el desperdicio de agua.

Cristian Anzola
Ejecutivo Mercados Internacionales

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