La detección temprana de problemas en un sistema de plomería, que luego se pueden volver emergencias graves y costosas, es la mejor forma de ahorrar costos para sus clientes.
Por lo tanto, la invitación es a promover visitas de chequeo, en las cuales, usted como plomero, realiza una revisión detallada para detectar alguna falla que indique un mal funcionamiento del sistema.
Es importante explicar a sus clientes que existen numerosos inconvenientes que pueden ocurrir en plomería y que si no se solucionan a tiempo pueden convertirse un asunto mayor y costoso. Por lo tanto, esa visita de chequeo y prevención es la forma más económica para resolver un problema lo antes posible.
Como ustedes saben habría que revisar en esa visita: ruidos en las tuberías, vibración de tubos con la presión del agua, sonidos que indiquen presión con picos muy altos, filtraciones, humedades en paredes, revisión de diámetros y distancias, analizar tipo de material de tubería, inspeccionar las duchas para buscar residuos que puedan afectar el flujo, entre otros factores.
Una revisión a conciencia puede durar de 30 a 45 minutos y, por supuesto, se le cobrará al cliente en una tarifa justa.
Aproveche la oportunidad para demostrar a sus clientes su honestidad para que el oficio sea respetado y poco a poco se quite esa idea de que en estas visitas lo que se busca es “meterle goles” a los clientes y ofrecerles trabajos que realmente no necesitan. Todo lo contrario. Si el sistema de plomería está funcionando bien y usted se lo dice al cliente quedará muy satisfecho y con la confianza plena de su honestidad.
Esta revisión periódica es una buena forma de conseguir nuevos clientes y de reforzar la confianza con clientes antiguos. Es una visita que genera confianza entre las dos partes. Y les aseguramos que si el cliente tiene un problema futuro en temas de plomería, con seguridad recurrirá a usted como primera opción.